De un partido tedioso y sin picos altos en la primera mitad, el choque entre Wilstermann y Bolívar, en la segunda etapa, cuando los protagonistas de la contienda se propusieron pisar el acelerador llevaron la contienda a márgenes de interés y expectativa y dejaron material para el comentario.
Wilstermann, que sacó a flote un punto que bien podía salir con las manos vacías, porque en un lance de estas características perder a su capitán y eje de la defensa, Edward Zenteno, que por lo demás fue dudosa la segundo amonestación, el valluno se tuvo fe y resistió todo el segundo tiempo para forzar una igualdad.
Bolívar, en las circunstancias que se habían dado, se erigía como candidato para edificar una victoria, porque enfrente estaba un adversario disminuido numéricamente. Fue entonces que emergieron los argumentos del ‘aviador’ que se aferró al orden, al relevo y el encender sus luces para no perderle pisada a sus cancerberos.
Si bien es cierto que su tejido futbolístico de la visita se hacía ver más en tres cuartos de cancha, no es menos cierto que al oponente le sobraban piernas para poner atajo a los intentos de su rival.
En síntesis, se vio en el estadio Capriles a dos equipos convencidos de sus posibilidades. El funcionamiento que tuvieron rojos y celestes, en el complemento, que por lo demás pasaba por una buena dinámica y con llegadas, sirvieron para salvar un espectáculo que había generado expectativa en el aficionado cochabambino, y al que se sumó un buen número de la parcialidad bolivarista que alentó a su equipo.
De los jugadores debutantes, se debe destacar la actuación de Pirchio (W) y Borghello (B), se trata de atacantes que tienen claridad y fuerza para llegar balones a donde más duele al adversario.
LOS GOLES
El tanto de la apertura fue ‘celeste’, Borghello se sacó de encima la marca de Diaz y pisando el área grande punteó para vencer la custodia de Salvatierra; el balón se metió pegado al vertical izquierdo (8’ ST).
El tanto de la igualdad transitoria, fue consecuencia de una jugada bien lelaborada por los ‘aviadores’. Pirchio recibió con ‘maestría’ un balón pisando la linea frontal del área grande, flanqueado por dos defensores, y su disparo fue bloqueado por Quiñonez y puso a consideración del brasilerño Thomas Santos que la empujó suavita adentro (10’).
Pasaron cuatro minutos, y nuevamente la tribuna wilstermanista se levantó en festejo. Un centro desde la derecha enviada por Bergese, encontró a su lungo compañero Óscar Diaz que impulsó con el parietal izquierdo para superar a Romel Quiñonez que nada puso hacer para evitar que el viaje de la gorda termine en la red (14’).
El empate fue obra de Cardozo que se abrió espacio en el frente de ataque, y con un taponazo alto y de zurda cerró los guarismos (30’).
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