Los jugadores de Wilstermann determinaron, ayer, no entrenar porque exigieron a los dirigentes del club el pago de sus salarios atrasados. Según los deportistas, no cobran desde diciembre de 2016.
Los futbolistas tomaron esta determinación ayer, luego de sostener una reunión (30 minutos aproximadamente) en medio del terreno de juego del complejo deportivo de la laguna Alalay.
Posteriormente, los jugadores se dirigieron a los camarines y se cambiaron la ropa de entrenamiento por la de calle y dejaron el escenario deportivo, sin realizar declaraciones.
De forma inmediata se buscó la opinión del presidente del club, Gróver Vargas, quien aseguró que la postura de los jugadores es “irresponsable y fuera de lugar” considerando la proximidad de los partidos de la Liga (mañana ante Guabirá) y la Copa Libertadores (el 7 de marzo ante Peñarol).
“Hace tres semanas el club pagó un salario y tenemos planificado pagar el viernes (mañana) la cancelación de otro salario para estar tranquilos”, dijo Gróver Vargas, titular del Rojo.
El directivo aseguró que también se pagará otro mes, el 8 de marzo, luego del compromiso de la Libertadores. Asimismo, explicó que los cheques de los futbolistas extranjeros ya están listos para ser entregados, pero esperan que un auspiciador cumpla con sus compromisos económicos.
“Es una medida de presión innecesaria, injustificada e irresponsable, por el proyecto de trabajo que se ha comenzado y con el sueño de miles de hinchas que quieren a su equipo ganar”.
El directivo aseguró que los jugadores tienen obligaciones económicas, pero las recaudaciones que lograron en los últimos cotejos “no permite cubrir una planilla salarial”.
Vargas aseguró que se llegó a un acuerdo con los deportistas y hoy retornarán a los entrenamientos.
Objetivo
“Tenemos que llegar en las mejores condiciones físicas y técnicas contra el Peñarol”.
Gróver Vargas
presidente de wilstermann
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