lunes, 17 de abril de 2017

Quillacollo y Sacaba quieren acoger partidos de Wilstermann



Wilstermann tiene como sede oficial de sus partidos de los torneos de la Liga Profesional de Fútbol Boliviano al estadio Félix Capriles, pero éste será cerrado por al menos siete meses (de junio a diciembre) para que pueda ser sometido a trabajos de refacción con miras a los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018.

Ante esta situación inusual, el club aviador se puso manos a la obra ya a inicio de año, con inspecciones a los dos estadios que tiene como alternativas en los municipios de Sacaba y Quillacollo.

Ambos municipios ya trabajan en mejoras de sus estadios. La Alcaldía de Sacaba proyecta una inversión de medio millón de bolivianos, que incluye la ampliación del campo de juego; mientras que Quillacollo aún no definió cuál será el presupuesto asignado para las refacciones en el escenario deportivo.

Según las últimas inspecciones, el tema que más preocupa al club Wilstermann es el de seguridad para el público, los árbitros, autoridades y, sobre todo, para los jugadores.

El Reglamento del Campeonato Apertura 2017 señala que todos los actores de un partido de fútbol deben contar con accesos independientes tanto a sus camerinos como al campo de juego. Estos accesos deben ser aislados del público.

En el caso de Sacaba, tanto jugadores como árbitros tienen una puerta independiente del público, que además los lleva al terreno de juego, sin conexión alguna con los espectadores.

En Quillacollo, la Alcaldía tiene planificado proporcionar un ingreso independiente a los equipos y árbitros, además de que buscan el presupuesto para adquirir mangas de seguridad para la entrada de los equipos y los jueces al campo de juego.

En la última inspección que hizo el club Wilstermann, pidió a los municipios poder mejorar la seguridad en lo respecta al público y el terreno de juego.

En Sacaba, las graderías están muy cerca del escenario deportivo y no existe ninguna valla de protección. Es por eso que la comuna anunció que enmallarán las cuatro tribunas, para evitar que se puedan lanzar objetos de cualquier índole al campo de juego y el ingreso de los espectadores al mismo. En el caso de Quillacollo, la cancha ya cuenta con una malla perimetral; aunque el club aviador solicitó reforzar algunas áreas y elevar las armaduras en las zonas donde se tienen las tribunas con el campo de juego.

Otro de los requisitos para homologar un estadio es que cuente con un aforo mínimo de 6.000 personas, salvo una aprobación excepcional del comité técnico de la Liga. En el caso de Sacaba, asegura tener una capacidad para 15.000 espectadores; mientras que Quillacollo señala que tiene un aforo de entre 7.000 a 8.000 aficionados.

El club aviador pidió a la comuna de Quillacollo construir una tercera tribuna en la parte norte del estadio, porque está desocupada. Sin embargo, el tiempo no le permitirá al municipio poder edificar otras graderías de concreto; motivo por el que se evalúa la posibilidad de contar con gradas armables, como aquellas que se usan en la entrada de Urkupiña. Cabe señalar que en el país existen otros escenarios que tienen graderías armables, es el caso del estadio Federico Ibarra, en Yacuiba, en el que Petrolero disputa sus partidos oficiales.

En este tema específico, el cuadro cochabambino solicitará a los municipios que puedan realizar un estudio para determinar con exactitud el aforo de sus escenarios deportivos. “Debemos conocer con precisión la capacidad de los dos estadios, porque nosotros tenemos una cantidad determinada de abonados, y a partir de ello debemos dosificar las entradas, no podemos ser irresponsables de que entre las localidades y los abonados el número sea mayor al del aforo de los escenarios deportivos”, explicó Gróver Vargas, presidente del club Wilstermann.

El reglamento también habla de facilitar todos los medios a los periodistas deportivos para la transmisión de los partidos de Liga. En este tema, ambos estadios deben implementar las cabinas de transmisión, algo que todavía no existe en ninguno de los dos. Además, deben habilitar zonas mixtas en las que los periodistas puedan realizar sus notas antes y después de los encuentros.

Aunque ambos estadios cuentan con camerinos con vestuarios, duchas y baños, éstos todavía deben adecuarse y equiparse para recibir a delegaciones de 25 personas.

En cuanto al terreno de juego, las medidas reglamentarias son las siguientes: Longitud (línea de banda) con un mínimo de 100 metros y un máximo de 110 metros; mientras que el ancho (línea de meta) debe tener un mínimo de 64 metros y un máximo de 75 metros.

Marcos Zubieta, jefe de deportes de Quillacollo, informó que la cancha tiene las medidas reglamentarias y no requiere reformas; mientras que su similar de Sacaba, Saúl Villarroel, señaló que el campo deportivo fue ampliado y pasó de 102x70 metros a 110x70 metros para cumplir la norma.

En el terreno de juego también deben existir las casamatas para la banca de suplentes de los equipos y la mesa de control. En el caso del estadio de Sacaba, Villarroel informó que, a solicitud del club Wilstermann, la casamata cambiará de lugar, por el tema de la orientación del sol.

Los escenarios deportivos deben estar listos para las primeras inspecciones de la comisión técnica de la Liga a fines de mayo.



REGLAMENTACIÓN DEL CAMPEONATO

Campos deportivos

Artículo 32 Reglamento general de Campeonato Apertura y Clausura Temporada 2017

Capítulo octavo

Los escenarios donde se disputen partidos de carácter oficial, deberán obligatoriamente reunir las condiciones básicas/mínimas de seguridad que se adapten a la normativa FIFA y Conmebol.

Capacidad.- Los escenarios deportivos, deben tener una capacidad mínima para acoger cómodamente a por lo menos 6.000 espectadores, para la temporada 2017, salvo situaciones excepcionales que serán aprobadas por el Comité Ejecutivo.

Dimensiones.- El terreno de juego será regular. La longitud de la línea de banda deberá ser superior a la longitud de la línea de meta.

Las dimensiones establecidas para la práctica del fútbol profesional serán: Longitud (línea de banda) Mínimo 100 metros y Máximo 110 metros.

Ancho (línea de meta) Mínimo 64 metros y Máximo 75 metros.

Condiciones de seguridad.-

Espectadores, boleterías, ingresos, salidas de emergencia, servicios sanitarios, áreas de parqueos, muros perimetrales seguros.

Jugadores y cuerpo técnico, ingresos diferentes y aislados a los del público con disposiciones de seguridad para evitar agresiones.

Periodistas, facilidades para desarrollar sus labores (cabinas de transmisión).

Árbitros y oficiales autorizados para asistir al partido, ingresos diferentes a los del público para garantizar su seguridad.

Vestuarios con sanitarios y duchas de agua fría y caliente en número suficiente para una delegación de 25 personas, que no tengan acceso directo al público.

Vestuarios con sanitarios y duchas de agua fría y caliente para árbitros, de ser posible alejados de los vestuarios de los equipos y del público, con acceso propio al campo de juego.

Casamatas para ambos equipos con protectores de policarbonato, en tamaño y medidas adecuadas a 12 personas.

Casamata para la mesa de control y Comisario de la LFPB.

Zona mixta para el trabajo de la prensa deportiva.



CERRARÁN EL ESTADIO DESDE JUNIO

El estadio Félix Capriles se cerrará de junio a diciembre, según informó el director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede), Javier Villalobos. El escenario deportivo debe someterse a una serie de trabajos de mejoras y refacciones rumbo a los XI Juegos Suramericanos Cochabamba 2018, que será sede las ceremonias de inauguración y clausura del evento internacional, además de los partidos del torneo de fútbol, rama varones.

Se analizaba la posibilidad de que los trabajos del estadio se puedan realizar por tribunas, con el objetivo de que no se cierre el escenario en su totalidad y aún pueda ser utilizado por el club Wilstermann para sus partidos de la Liga. Sin embargo, lo último que señaló Villalobos es que la magnitud de los trabajos no permiten realizar un cierre por tribunas, e incluso el Sedede deberá abandonar sus oficinas para dejar trabajar a las empresas que se adjudicarán las obras.

Los principales trabajos que se deben realizar en el estadio son: un cambio total del sistema sanitario, también del sistema eléctrico que daba desde la inauguración del Capriles; también se tiene contemplado un cambio de la butacas o su total eliminación, un mejoramiento total y ampliación del palco, de las cabinas para los medios de comunicación, además de la implementación de un nuevo ascensor con capacidad para unas 10 personas, la refacción de las juntas de dilatación para evitar filtraciones.

La pista atlética será cambiada en su totalidad, además del cambio de las luminarias de las cuatro torres de iluminación. Sin contar con la fachada que será totalmente renovada.

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