Mauricio Cambará F. - El Deber
Su paso de Blooming a Wilstermann se dio de un momento a otro. Luego de permanecer al frente de la academia y de soportar duros trances producto de la crisis institucional que se desató, Néstor Clausen acabó recalando en el equipo aviador. “Apenas definí mi rescisión, al día siguiente llegué a Wilster, jamás se dio antes en mi carrera porque normalmente esperaba meses”, dijo el técnico. ¿Qué equipo aviador veremos en este torneo? Un mano a mano con su técnico.
¿Se puede anotar a Wilstermann como candidato?
Ya por ser Wilstermann, la idea acá es pelear por los primeros lugares. Sabemos que en el torneo hay varios equipos que arrancan con ese mismo objetivo, como Bolívar, The Strongest, Oriente y Blooming, pero personalmente digo que tenemos un buen equipo, y prefiero ir pensando partido tras partido lo que toca y no pensar desde el principio el posible final.
A su llegada, ¿con qué tipo de plantel se encontró?
El plantel estaba armado porque la dirigencia junto con Marcelo Carballo dejaron un equipo base que se ha reforzado con la llegada de dos españoles. Además, posiblemente en una semana se concrete lo de Eric Aparicio. Tenemos un plantel que no es numeroso, pero que tiene jugadores de experiencia que vamos a tener que mezclar con algunos juveniles.
¿Tiene equipo para cimentar la idea de juego que quiere?
El técnico tiene que adaptar su idea de acuerdo con las características de los jugadores que tiene y a partir de ahí implementar una idea de juego que convenza a los jugadores. Hoy Wilstermann tiene más jugadores con características que son ofensivas.
¿Cómo encontrar el equilibrio en este caso?
Pidiendo un gran esfuerzo a estos jugadores ofensivos que al momento de perder la pelota tienen que trabajar defendiendo porque
de lo contrario, en el medio campo se le puede dar muchas ventajas al adversario que les va a permitir jugar con tranquilidad.
En Bolivia hay varios españoles contratados y Wilster tiene a García Berodia, Mainz y Quero. ¿Cuánto pueden aportar ellos?
Ellos son jugadores que vienen con otra cultura futbolística, son buenos profesionales que pueden aportar mucho, pero tampoco hay que cargarles toda la responsabilidad a ellos. Acá lo importante es que sus compañeros los conozcan y sepan explotar sus virtudes. Los tres tienen muy buen juego individual y se adaptan perfectamente al juego colectivo.
¿Pueden marcar diferencia, tienen un nivel más alto?
Partido tras partido lo van a tener que demostrar, hoy por hoy marcan eso. Ahora habrá que ver cuando comience el campeonato porque hay que tener en cuenta que los rivales los van a estudiar uno por uno y van a buscar la fórmula de cómo impedir que hagan su juego. No me quiero adelantar a lo que puede llegar a pasar, de repente hablar demasiado sería cargarlos de responsabilidad y prefiero que cada uno se sienta uno más del equipo.
¿Qué análisis hace con la apertura a los futbolistas europeos que llegan al país?
Es bueno, están viniendo jugadores profesionales, con otra cultura futbolística que no es un juego egoísta, sino más bien de equipo y eso puede ayudar a crecer futbolísticamente también.
¿Por qué ya no a los jugadores argentinos o paraguayos?
De repente Bolivia siempre se ha reforzado con sudamericanos y ahora se dio esta chance donde crece la competencia para los jugadores de nuestro continente. Desconozco cuál es la parte económica de cada uno, pero sé que en el fútbol boliviano no van a traer jugadores de alto costo, y bueno, creo que esto viene bien para que haya competencia y si el jugador sudamericano se había encarecido, esto lo va a obligar a bajar sus pretensiones.
Ha dirigido en La Paz y en Santa Cruz, y por primera vez en Cochabamba. ¿Es el lugar perfecto para manejar las subidas y bajadas de cada fin de semana?
Estamos en la parte media, digamos que en cierta forma se sufre un poco menos la altura y un poco menos el calor, pero igualmente esos aspectos de altura y de calor si no tenés buenos jugadores y con predisposición dentro del campo, de nada te favorece.
Tras la Cine Center, ¿qué puntos altos destacaría y en qué puntos se debe trabajar?
Hemos hablado bien con los jugadores después del primer partido ante Bolívar (cayeron en Cochabamba por 0-4), donde hubo distracciones e imprecisiones que llevaron a un triunfo holgado del rival. Después nosotros terminamos la Cine Center haciendo un buen partido, recuperando la imagen y la confianza, devolviéndole a Bolívar los cuatro goles que nos hicieron. Creo que más allá de haber sido eliminados por penales el saldo termina siendo positivo porque en definitiva podemos decir que fue nuestro primer partido de visitante y tengo una idea de cómo puede reaccionar nuestro equipo jugando así.
¿Cómo se explica perder 4-0 ante Bolívar en Cochabamba y luego ganarle por el mismo marcador en La Paz?
Si uno mira los dos partidos, en el primero yo digo que el resultado no fue lo que sucedió en el campo. Bolívar hasta los primeros 35 minutos no había creado situaciones claras y el primer gol lo hacen (35’) por una falla que tuvimos y que terminamos haciendo un penal; ahí le comenzamos a abrir el camino a ellos para que lleguen a ese 4-0, fueron errores groseros que terminaron en gol, fue como el día negativo para Wilstermann. Después, en el partido de vuelta, estuvimos bien parados defensivamente y Bolívar no tuvo el control del balón en el medio porque las situaciones claras que tuvieron fue un córner y un cabezazo que sacó el arquero y después les costó llegar.
¿Con el equipo que tiene se puede jugar de igual a igual en cualquier parte del país?
Se puede, hay que tomar ciertas precauciones, pero se puede. Hoy mucho no quiero hablar de la altura, ya que en La Paz estaban todos enojados conmigo porque es como si yo fuera un antialtura y quiero que quede claro que la altura es una ventaja, pero si vos no la sabés aprovechar no vas a ganar los partidos solo con ella.
¿Cuánto le ayuda a Clausen como entrenador conocer por dentro a Bolívar, The Strongest, Blooming y Oriente, que son siempre candidatos al título?
Mirá, por más que uno conozca a estos clubes, uno depende mucho de cómo se levantó el jugador ese día; hay partidos que te salen todas y hay otros en que tenés que insistir porque no te sale nada. El fútbol es así, es un juego donde hay que mentalizar al futbolista que muchas veces van a salir las cosas bien y otras donde serán difíciles, y cuando es así, hay que superar ese momento, no bajar los brazos e insistir. Es difícil decir que por más que uno conozca a estos clubes, muchas veces se depende de la creación, o de la decisión que vayan tomando los jugadores en cada momento.
Tras su salida de Blooming, ¿cómo se da tan rápida su vinculación a Wilstermann?
Me han llegado una serie de comentarios, que incluso un medio dijo que me fui porque ya tenía todo arreglado con Wilstermann; eso es totalmente falso. Mirá, si hubiera sido así, tranquilamente lo podía decir, porque tenía excusas suficientes para decir “me voy de Blooming porque ya tengo otro equipo”. Estuve cinco meses sin cobrar, no tenía contrato firmado y teníamos que empezar la pretemporada y no había jugadores. Creo que tenía motivos suficientes para aclarar que me iba si hubiera sido verdad lo que se dijo.
¿Qué aceleró todo?
La única verdad es que yo le expliqué a la dirigencia que no tenía margen de error en la Copa Cine Center y si perdía en el clásico ante Oriente la dirigencia estaba obligada a echarme porque el hincha ya no se bancaba más una derrota siendo yo el técnico. Entonces preferí no ser el fusible de esta Copa y me retiré antes de que eso suceda. Me tenía que enfrentar a un Oriente que tiene una base, porque sigue siendo el mismo equipo, y nosotros teníamos que encarar sin saber con qué jugadores íbamos a contar. Entonces creí, en lo profesional, que era un riesgo seguir. Dejé Blooming y al día siguiente recibí el llamado de Wilster. Además acepté venir por mucho menos dinero de lo que ganaba. Si yo estoy ganando una buena plata, sería muy tonto venir a Wilster por menos sin justificación alguna.
Como entrenador, ¿fue difícil lidiar con el plantel con todos los problemas económicos?
Fue complicado, más allá de que conozco bien cómo es la situación en Bolivia. Me ha tocado vivir momentos duros también en Oriente y The Strongest. Lamentablemente los sueldos se van atrasando, los jugadores comienzan con paros y es difícil. En Blooming habían dos caminos: o meterle el hombro y seguir o irse. Hasta los jugadores mismos llegaron a darse cuenta de que ya ni siquiera un paro iba a provocar que la dirigencia les pague, es como que se dieron cuenta de que realmente no había plata. Entonces el equipo necesitaba salir adelante y el plantel se dio cuenta y se bancó esa situación. Yo estuve atrás, apoyando en un momento en que el club lo necesitaba y es por eso que acepté seguir pese a estar cinco meses sin cobrar, era muy difícil.
¿Cómo se fue del club, cómo acabó su relación con la dirigencia actual?
Hasta ahora mantengo contacto con varios de ellos, porque creo que entendieron mi situación y porque les fui muy claro al explicar por qué me iba. La relación es buena, es más, hace poco estuve con dos dirigentes que vinieron a Cochabamba al sorteo del inicio de la Liga; fue un encuentro muy amigable. Había una realidad y lamentablemente conmigo al frente el equipo no pudo romper los dos años que se lleva sin ganar un clásico. En cambio, con la llegada de un nuevo cuerpo técnico, están obligados a darle tiempo para que trabaje. Reitero, una nueva derrota con Clausen al frente solo iba a ocasionar mi rápida salida.
¿Qué lo convence de la propuesta de su nuevo club?
Wilstermann a nosotros nos ganó en Santa Cruz jugando un buen fútbol, además que lo vi bien en varios partidos que seguí a través de la televisión; mi idea era quedarme a vivir en Bolivia y si se me presentara al día siguiente la posibilidad de seguir trabajando, qué mejor que aceptarla y sobre todo teniendo en cuenta que Wilstermann mantiene la base del equipo de la anterior temporada y se estaba reforzando bien.
¿Qué aspectos pueden resultar claves para acabar bien el campeonato que se viene?
Acá hay una hinchada exigente y tenemos buenos futbolistas. Lo que tenemos que hacer es transmitirles a los jugadores que esa exigencia que hay por resultados no nos tiene que poner nerviosos, más al contrario, nos tiene que servir como motivación. Lo que nos queda a nosotros es concentrarnos en encontrar una idea de juego donde podamos sacar el máximo provecho de cada partido e ir sumando para tratar de terminar lo más alto en la tabla. Por lo que es Wilstermann, yo creo que estamos obligados a ser uno de los equipos que esté peleando por los primeros lugares hasta la última fecha
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