— ¿Qué piensa de trabajar en el Día del Trabajo cuando en todo el mundo es feriado?
— Éste es nuestro trabajo, es lo que a uno le gusta y no importa mucho qué día es, si es feriado o no. Pienso que como estoy fuera de mi país tengo que mentalizarme en hacer las cosas bien en el club en el que presto servicios.
— ¿Cómo será su jornada en Cochabamba?
— No nos toca jugar este viernes, pero seguramente vamos a entrenar para la seguidilla de partidos que se vienen. Hay que trabajar, aprovechar cada minuto de los entrenamientos en procura de llegar bien a los partidos, a eso apuntamos.
— ¿Al margen de no tener feriados el futbolista tampoco conoce de fines de semana?
— Sí, obviamente por ahí va la cosa. La gente cuando habla del futbolista critica mucho, dice que solamente por entrenar dos horas diariamente gana mucho dinero, encima no le gusta lo que hace. Pero tiene que saber también que hay muchas cosas detrás de esta actividad: no tenemos domingos, feriados ni salidas de fin de semana. No hacemos lo que hace la gente normal durante muchos años. No solo es cuando se trata de futbolistas profesionales, uno de joven toma la decisión de seguir esta carrera en procura de tener un buen futuro con su familia.
La vida del jugador profesional es de 24 horas a diario, no solo durante el entrenamiento, también es importante el descanso y las otras actividades que hacen a esta disciplina. Nos perdemos también el Día del Padre, de la Madre, los cumpleaños, los 15 años de las hermanas y hermanos, uno no puede estar en esos acontecimientos familiares porque debe mentalizarse en el trabajo.
— ¿Cómo fueron sus inicios en el fútbol?
— Nací en un pueblo cerca de Rosario y en el inicio de mi carrera como futbolista me tocó hacer inferiores en Buenos Aires, me fui al internado del club a los 13 años. Estaba lejos de la familia, desde chico uno se pierde todo. Las jornadas especiales son para el resto, aquellas personas que tienen otras actividades. Simplemente uno se conforma con un llamado telefónico. Estoy fuera de Argentina hace buen tiempo y los días festivos los vivo como uno más.
— ¿Qué mensaje brinda a quienes están comenzando como futbolistas?
— Es cierto que tendrán privaciones. A los 20 años uno está comenzando una carrera, el futbolista a esa edad está en Primera y ganando su salario, pero para llegar a eso hay que hacer un esfuerzo muy grande, hay que dejar muchas cosas de lado, es mucho sacrificio que se hace. Disfruto mucho la profesión en cada entrenamiento y partido, es el esfuerzo de estar lejos de la familia. Estoy seguro de que hay otra gente que sufre más para conseguir el pan de cada día, eso sí que es una presión.
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