Jair Ventura Filho llegó ayer al país y fue homenajeado ante más de 20 mil personas antes del partido entre Wilster y The Strongest, encuentro que pareció quedar en segundo plano frente a la visita del carioca. Durante 18 minutos, Jairzinho regaló su sonrisa en la cancha.
Llegó al estadio a las 19:35 y se fue directo al viejo camarín norte, donde compartió unos momentos con el cuerpo técnico, tal como entonces, cuando el público lo esperaba para recibir su magia.
“Siempre quise volver. Estoy muy feliz. Gracias por esta recepción tan fantástica”, dijo y rompió el silencio inicial, apenas pisó el estadio.
Ocho minutos después (19:43) salió al campo de juego y la ovación no se hizo esperar. Fue al centro del perímetro, recibió la bienvenida de los organizadores de la Copa Cine Center y de los dirigentes de su Wilstermann.
“Agradezco el cariño y el respeto que tienen por este hombre que ama a Cochabamba ¡Viva Wilstermann!”, fueron las palabras que resumieron el gran momento de la noche, las mismas que tuvieron eco positivo hasta en los seguidores del Tigre. Con el merecido respeto, los aurinegros aplaudieron al brasileño cuando se paró frente a la tribuna general, donde históricamente se acomodaba la barra aviadora y donde hoy lo hace la visitante.
Dio la vuelta al trote con la camiseta de Wilster. Se reencontró con viejos amigos como Gastón Taborga y Victor Eduardo Villalón, con quienes vivió la llamada tercera época dorada en 1981. La gloria de aquellos años parecía volver al Capriles.
Jairzinho dio el puntapié inicial del partido a las 20:01. El máximo ídolo de Wilster asistió todo el cotejo en el palco, desde donde alentó discretamente a su ex club. “Se despidieron y en el adiós estaba la bienvenida”, diría el extinto poeta uruguayo Mario Benedetti.
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