“Estoy de pie y firme, voy a tratar de arreglar los problemas de mi club. No me gustó la manera en la cual se habló de Wilstermann queriendo involucrar un tema personal con una de las instituciones más representativas de Cochabamba y de Bolivia”, indicó Vargas, quien en estos días ha estado trabajando en la contratación del director técnico, Julio Alberto Zamora y la llegada de un par de refuerzos.
“Por todos los problemas que atravesé, en un momento tenía ganas de irme, pero hubiera sido fácil y en la vida siempre he sido un luchador y no me escapé ante la adversidad e invito a los empresarios, personas interesadas, que puedan apoyar a la institución”, declaró Vargas, quien no se aferra al cargo, pero no quiere dejar a la entidad roja sin mando.
Wilstermann adeuda dos meses de sueldo a sus jugadores, el 15 de enero se cumplirá el tercer mes y Vargas respondió pidiendo paciencia porque ese dinero llegará a los jugadores para tranquilidad de todos, a pesar de que manejar a un club en el fútbol boliviano es difícil frente a la falta de ingresos.
Vargas, empresario de una compañía de comida, fue implicado en un problema por un servicio de compra y venta con la Policía Nacional y fue enviado a la sede de Gobierno con detención preventiva, una decisión calificada de injusta por su defensa porque a la otra parte involucrada solo le dieron detención domiciliaria.
Es así que Wilstermann quedó sin su titular desde agosto y sin un líder visible el club se vio rodeado de dificultades que repercutieron en la parte deportiva y los aviadores empezaron a sufrir un bajón desprendiéndose de los primeros lugares del torneo Apertura.
“Agradezco el apoyo de todos, me tocó vivir una tormenta, por fin ya estoy en Cochabamba”, finalizó.
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