Para ambos futbolistas fue un “logro único” el conseguir aquel campeonato Apertura luego de vencer a Aurora (2-1) en el partido final en Cochabamba, escenario que también podría albergar el sexto título liguero, el 12 de la historia y el primero desde la vuelta roja al profesionalismo.
Ambos son hinchas fieles de Wilstermann y consideran todo un privilegio vestir los colores del rojo. “Todo eso marcó mi carrera. Salí como jugador de las inferiores del club, conseguí mi primer y único título como profesional aquí. Además, pude ser campeón con el equipo de mis amores. Eso no tiene comparación”, confesó Sánchez.
Para Vargas, la alegría no fue menor. Aquel título de 2010 impulsó su carrera y desde entonces quiere repetir ese hecho.
“Es imposible olvidar ese partido final. Primero porque jugábamos con el eterno rival; segundo porque todo nuestro público apoyó de la mejor manera; y tercero porque cumplí un sueño, el de consagrarme con el equipo del que soy hincha”.
Ambos jugadores gritaron a todos los vientos la palabra “Campeón”; sin embargo, también les tocó vivir la amarga situación del descenso de categoría con Wilstermann, en ese mismo año.
“Eso dolió mucho a todos”, recordó Vargas, quien “con resignación” tuvo que dejar su equipo e irse a filas de San José.
“Tuve que irme del equipo por un futuro mejor para mí y mi familia”.
La situación de Sánchez fue algo similar. Él jugó la primera mitad de temporada con Wilster en la Segunda División. Luego por la economía del club, la directiva tuvo que prácticamente venderlo a Blooming.
Pero el destino quiso que ambos volvieran al club de sus amores. Según cuentan, Wilster siempre tuvo prioridad en su carrera. “Puse a Wilstermann por delante de todo. Es increíble lo que uno puede hacer por su equipo”, manifestó Sánchez. “Cuando uno se siente en casa, la idea es volver y quedarse”, dijo Vargas.
Ambos están a punto de conseguir su segundo título con Wilstermann, pero saben que no hay que dar nada por sentado.
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