Los seis puntos de venta habilitados por la dirigencia roja comenzaron a mostrar movimiento a las 10:00 de la mañana. A las 14:00 ya no quedaba un solo ticket en las boleterías oficiales.
Los hinchas y los revendedores durmieron haciendo filas una noche antes en las calles para acceder al cupo de cinco entradas por persona que dispuso la dirigencia del club.
Sin embargo, cerca de un millar de hinchas se quedó con las manos vacías e hizo largas filas en vano. En el estadio Félix Capriles de Cala Cala, en la sede del club en la calle Ecuador y en el supermercado Hipermaxi de la avenida Juan de la Rosa, los hinchas llegaron a bloquear las vías pidiendo boletos. Las manifestaciones de reclamo continuaron hasta entrada la noche.
Unos 9 mil boletos se vendieron en el estadio y otro tanto en la sede del club; mientras que, entre 800 y 1.200 se distribuyó en cada uno de los restantes cuatro puntos de venta. Sin embargo, la cantidad de boletos no fue suficiente para responder a la gran demanda por ver un partido que tiene tintes de una verdadera final.
En la mayoría de los puntos habilitados, el desorden fue una constante. La gente sobrepasó el control de los recintos de venta.
ESTADIO Entre silbidos, gritos y, en algunos casos, jalones se vendieron las entradas en las boleterías del estadio. Pese a las filas, la gente trató de meterse en los primeros lugares.
HIPERMAXI En el supermecado Hipermaxi, de la avenida Juan de la Rosa, para las 11:30 ya no existían entradas disponibles ni filas.
Gran parte de la gente se fue molesta porque este punto tenía pocos boletos.
SEDE DEL CLUB En la calle Ecuador la situación fue más segura. Los policías mantuvieron el orden a pesar de la gran cantidad de gente.
La fila llegó a dar una vuelta al manzano. Al igual que en el resto de los lugares de venta, las entradas se terminaron en un tiempo reducido y ello generó la molestia de los simpatizantes.
400 por ciento de incremento en los tickets
Los revendedores hicieron de las suyas con los boletos para el encuentro entre Wilstermann y Petrolero, que será el domingo (16:00).
En horas de la tarde, las entradas aumentaron su precio en un 400 por ciento del costo original.
Muchas personas ofrecieron entradas también mediante distintas cuentas de Facebook.
Grupos como de Barrio Chino Cochabamba 3.5 ofreció los pases del sector de curva a modo de subasta. Mientras tanto, la entrada para tribuna curva, que costaba 30 bolivianos, se vendió en el estadio hasta en 120.
Claudia C. C. fue otra persona que publicó en una página similar de esta red social. “Entradas para el partido de Wilster, curva 60 bolivianos”, decía el anuncio.
Muchos de los hinchas que no lograron conseguir una localidad denunciaron estos hechos en las redes mismas. Pero otros, en su desesperación por conseguir un boleto, no tuvieron otra alternativa que aceptar los precios ofrecidos.
Pese a que incluso en las puertas de la sede de Wilstermann se realizó la reventa de entradas, la dirigencia del club no se manifestó al respecto hasta el cierre de esta edición.
Ancianos se unen a la algarabía
Compran sus tickets en el estadio
Los simpatizantes ancianos de Wilstermann no quisieron quedarse fuera de la fiesta y aseguraron su boleto para ver el cotejo de su equipo frente a Petrolero. Lo hicieron ayer en las ventanillas del Félix Capriles.
Tuvieron trato especial y fueron resguardados por la Policía, que rodeó las largas filas registradas en los puntos de venta dispuestos en toda la ciudad.
Tras adquirir las entradas, los hinchas del Rojo no pudieron disimular la emoción.
Muchos, incluso, temblaron al recoger sus boletos. Carpas montadas en plena madrugada con aficionados que aguantaron el frío fue una de las constantes de la jornada de ayer, que se constituyó en la gran antesala al espectáculo del domingo.
Simpatizantes corren con suerte
Padres de familia, adolescentes y mujeres no dudaron en dirigirse a la sede del club Wilstermann para adueñarse de las entradas para el domingo. Fueron afortunados porque lograron el objetivo, en una jornada que se vio marcada por el agotamiento de los tickets en apenas cuatro horas. Un récord para la institución Aviadora.
Los cánticos de aliento para el equipo y la emoción en los ojos de los compradores que se dieron cita en la ciudad no faltaron, como tampoco la adrenalina al límite.
La calle Ecuador, donde se ubica la sede de la entidad cochabambina, fue un mar de gente mezclada con efectivos policiales. Tras tomar los pases con las manos, los simpatizantes se retiraron con sonrisas.
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