Momentos calientes se vivieron ayer en el campamento de Wilstermann. El entrenador del club, Julio Zamora, se molestó con la dirigencia y dejó la práctica mientras sus jugadores tenían una reunión, pero por la noche se encontraba conversando con el presidente del club, Gróver Vargas, para tomar una decisión final.
Los jugadores y el cuerpo técnico llegaron con normalidad para entrenarse, pero al final el trabajo se tuvo que suspender. Zamora terminó molesto con la dirigencia porque a ellos no les gustó la forma en que llamó la atención al entrenador de las menores. El DT se fue mientras los jugadores resolvían un tema económico con los directivos del plantel.
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