Sin duda, la expectativa por observar el match de estas características, luego de 37 años en Cochabamba, dejó un sabor especial entre los aficionados.
Además, los Xeneizes llegan al compromiso como el subcampeón del certamen continental, tras caer ante River Plate, en la final que se disputó en la ciudad de Madrid, España.
Con máscaras, banderas, caras pintadas y la polera de su equipo, estuvieron en el estadio cuatro horas antes para conseguir una mejor ubicación en las graderías.
Según pasaron las horas, los simpatizantes de uno y otro equipo, se fueron acomodando en las tribunas del estadio y con cánticos fueron calentando la previa del cotejo internacional.
El estricto control de la Policía en los anillos de seguridad obligó a los hinchas a deshacerse de algunos objetos que pudieron ser utilizados como proyectiles.
Con ese trabajo los uniformados evitaron cualquier posible roce entre los hinchas de uno y otro equipo. Incluso, en algún caso, estuvieron lado a lado.
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