Dirigencia de Wilstermann dice que Portugal no se mueve del cargo

La dirigencia de Wilstermann ratificó al estratega español Miguel Ángel Portugal al mando del cuerpo técnico del plantel profesional aviador.

El presidente del plantel aviador, Gróver Vargas, en contacto con la prensa a su retorno a Cochabamba, aseguró que el tema ni siquiera se tocó la continuidad o no del estratega, porque él (Portugal) tiene toda confianza del directorio.

Por su lado el vicepresidente del plantel aviador, Renán Quiroga, manifestó que tampoco se habló de evaluaciones o fechas límites en cuanto al estratega Portugal.

“En ningún momento se ha hablado de una evaluación, ni fecha, ni mes, el técnico continua y lo que se debe hacer es dejarlo trabajar para que vaya demostrando la capacidad que tiene”, manifestó Renán Quiroga, en contacto con los medios vallunos.

“Por el momento no hay nada que hablar del técnico, él continúa al mando del equipo, la dirigencia a la cabeza del presidente se le ha dado el respaldo al técnico, quien tiene que seguir trabajando, porque el plantel tiene que empezar a sacar mejores resultados”, complementó.

Para la dirigencia, aunque las posibilidades matemáticas continúan, se debe ser un poco más realista y concentrarse en la posibilidad de clasificarse a la Copa Sudamericana, para después empezar a pensar en el segundo campeonato y en algunas incorporaciones.

Portugal no habló

El estratega Miguel Ángel Portugal no quiso hablar con los medios cochabambinos a su retorno a la Llajta; sin embargo, si expresó su molestia por el arbitraje en la derrota ante Boca Juniors, a través de su cuenta de Twitter.

“No tengo nada contra la victoria de Boca que quizás no hubiera necesitado la supuesta mano que le echó el árbitro con los dos penalty que nos pitó. El segundo la mano solo la ve el. Este gol supuso el 2-0 cuando mi equipo estaba reaccionando en busca del empate”, señala su comentario.

Además Portugal escribió sobre el trato que recibió en la Bombonera, por las reglas de la Conmebo, al estar expulsado.

“Me sentí totalmente degradado por la incomprensible reglamentación cuando un entrenador es expulsado. No pude entrar al vestuario ni antes, ni en el descanso ni al final. Me llevaron a una cabina de 1,5 m cuadrados vigilado por 2 policías. Esto hay que cambiarlo”, sostuvo.