Dejó la final a medias para casarse

Fue el futbolista más buscado durante las últimas 48 horas, pues las fotografías en las redes sociales mostraron un hecho inédito: jugó 45 minutos del último partido de Wilstermann en el que definió el título con Oriente Petrolero (3-1) y después se trasladó a Santa Cruz para casarse con Blanca Elena Barrero. Sí, se trata de Gílbert Álvarez, segundo goleador del torneo, junto a Carlos Saucedo (18).

Después de los ajetreos, Álvarez nos atendió el teléfono para contarnos cómo vivió el “partido más duro de su vida”. Todo empezó con la postergación de fecha de su boda, tenía que ser en mayo, pero su convocatoria a la selección boliviana para disputar la Copa América Brasil 2019 hizo que cambien los planes. “Nos sentamos a ver el calendario, anotamos el último sábado del año porque era imposible que el torneo todavía se esté jugando en esa fecha”, relató el delantero a DIEZ.

Lo irrealizable pasó. Desde el miércoles 23 de octubre algunas ciudades iniciaron un paro cívico que duró 21 días, para presionar la salida del expresidente Evo Morales, y alteró el calendario del Clausura. Es más, iban a dar como terminado el campeonato, pero al final se modificó la última fecha para el domingo 29, pero se terminó jugando el sábado 28, el mismo día en el que Álvarez dijo: “Sí, acepto”.

Las invitaciones estaban entregadas, la catedral del Plan 3000 y el salón Mary reservados. No había vuelta atrás, pudieron pasar varios inconvenientes, pero corrieron los riesgos. “Hablé con anticipación con el entrenador (Cristian Díaz) y él me dijo que tenía que hacer goles en todos los partidos para que se consiga el título con anticipación”, recuerda Gílbert que disfruta de sus vacaciones, casado, junto a su pequeña Racely (6 años) y a Danilo Jesús que viene en camino.

La condición y el gol que definieron todo

Después del penúltimo partido, Álvarez se acercó al presidente del club, Gróver Vargas, y le explicó la situación. “Me dio pidió que cambie la hora de la boda porque era las 16:00 y lo modificamos para las 21:00”, indicó. Pero no solo eso, le indicó que, si iban ganando en los primeros 45 minutos, podía dejar el Félix Capriles y retornar a Santa Cruz y así fue. Edward Zenteno marcó el 1-0 de la victoria parcial sobre Oriente Petrolero y le dio una ‘ayudita’ al goleador.

“No quería fallarle al equipo ni a mi futura esposa”, recalcó Álvarez que tuvo como cómplice a Arsil Ortiz, su mejor amigo, que estuvo afuera del estadio cochabambino esperándolo para trasladarlo hasta el aeropuerto Jorge Wilstermann. En el avión, sintió los 45 minutos más largos de su vida, pues rogaba que el vuelo sea normal y que al aterrizar reciba la noticia de que su equipo se consagró campeón del Clausura 2019. Así fue, aunque no recibió la copa ni la medalla, celebró en el motorizado que lo transportó.

Sus hermanos lo recogieron de Viru Viru y en el camino se fue cambiando, terminó de alistarse en la plaza del El Mechero y, tres minutos antes, estuvo preparado para ingresar a marcar uno de los mejores goles de su vida, en un encuentro que durará por el resto de su vida.