Serginho recordó el episodio de racismo que sufrió con la casaca de Wilstermann. Reveló que él y su familia siguen siendo objetivos de racismo cuando salen a las calles. Según él, situaciones como esta son comunes en suelo boliviano.
“Es algo que es muy común en Bolivia, en Brasil y en cualquier parte del mundo, desafortunadamente. He sufrido racismo en la calle cuando camino con mi familia. La gente pasa en automóvil en la calle e incluso ofende, con todo tipo de maldiciones racistas imaginables, explicó el jugador, que también citó protestas en los Estados Unidos y pidió apoyo en la lucha contra el racismo”, contó a Globoesporte.
El futbolista de 35 años de edad lamentó “lo que está sucediendo en los Estados Unidos”, pero consideró que lo que pasó con el afroamericano Geroge Floyd, víctima del “odio racial" en EEUU, “sirve para llamar la atención de las autoridades para que todo esto se detenga. Todos somos iguales, todos somos participantes en el mismo mundo, sangramos de la misma manera y no es el color de la piel lo que determina quién es más que el otro. Que, de una vez por todas, podemos vivir en una sociedad más limpia y humana, y que somos iguales en cualquier situación”.
Revivió lo que sufrió con los colores de Wilster en un partido contra Blooming, en 2019. En la ocasión, la mayoría de los fanáticos del equipo contrario imitaron ruidos de mono, además de haber emitido otros insultos racistas contra Serginho. Como protesta, el atleta abandonó el campo antes del pitido final del partido.
“En un juego del torneo boliviano, que era un clásico nacional, había más de 20 mil personas en el estadio y cada vez que tomaba el balón, alrededor del 90 o el 95% de las personas hacían un ruido de mono, me ofendían llamándolo mono, que significa mono en español, gritaron para volver a la jungla y todo ese tipo de cosas. Piensan que no, pero puedes escucharlo y tomé la actitud de abandonar el campo, como una forma de protestar y repudiar todo lo que estaba sucediendo”, denunció el delantero.
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