El camarín que utiliza diariamente el club Wilstermann, ubicado en la parte inferior de la curva norte del estadio Félix Capriles, se inundó el pasado domingo y obligó a los jugadores y cuerpo técnico a soportar olores nauseabundos y aguas negras de alcantarillado.
La dirigencia aviadora denunció que el problema es una constante que obliga a los jugadores a emplear otro lugar para cambiarse en época de lluvias. Asegura también, que tanto por el uso de la cancha auxiliar 6 y del camarín norte paga un alquiler.
“Es un problema que siempre sufrió nuestro camarín, pero al finalizar el partido contra Oriente Petrolero, el pasado domingo, fue una vergüenza”, contó José Rodríguez, presidente de la comisión de infraestructura de Wilstermann.
El dirigente dijo que resolvieron varios problemas en el camarín, con recursos propios, pero que el del alcantarillado debe atenderlo el Servicio Departamental del Deporte (Sedede).
“Hicimos varios reclamos al Sedede, ellos saben lo que pasa con este camarín, pero hasta la fecha no tenemos ninguna respuesta. Además cuando llueve el agua filtra de las graderías y también llueve al interior de los vestuarios”, explicó Rodríguez.
El dirigente aseguró que cuando llueve por la noche, por la mañana las zapatillas, pelotas e indumentaria están flotando en medio de las aguas servidas.
“El agua mal oliente y con heces fecales rebalsa por las rejillas de las duchas, inodoros y cámaras. El club compró una bomba y tenemos que sacar esa agua constantemente para que los jugadores puedan ingresar al camarín sin dificultades”, enfatizó Rodríguez.
Sobre el tema, el director del Sedede, Ronald Calizaya, aseguró que el problema se genera porque la red de alcantarillado del estadio está conectada a la torrentera que pasa por las avenidas Villarroel y Juan de la Rosa.
“Cuando llueve el agua viene con fuerza, incluso hace bolar las tapas de las cámaras. El agua viene con bolsas y basuras. Luego se tapa el desagüe”, explicó Calizaya.
La autoridad indicó que envió una nota a la alcaldía para pedir una solución al problema. “No es solo nuestro problema, incluso nuestros vecinos son afectados”, dijo.
Calizaya explicó que todas las aguas servidas que se generan en el estadio, se conectan de forma directa con el sistema de alcantarillado.
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