Wilstermann tuvo ayer un final feliz en una jornada difícil, pues superó (0-2) a San José en el estadio Jesús Bermúdez, de Oruro, después de sufrir horas antes un gran susto cuando el bus que lo transportaba se incendió por completo, aunque sin desgracias personales.
A la altura de la localidad de Caihuasi, el bus paró de golpe porque hubo fuego en el motor y en las llantas traseras, situación de extrema alerta.
Los aviadores siguieron viaje en otros vehículos y llegaron a la capital orureña con algo de demora para disputar el cotejo. También para San José la jornada fue singular, porque los futbolistas vendieron entradas y controlaron lo recaudado para pagarse algo de los tres meses de salario que se les adeuda.
Ayer estuvieron en el estadio local cerca de 15.000 aficionados, en respuesta a la convocatoria que los futbolistas hicieron días antes mediante radio y televisión. La primera parte del cotejo se hizo atractiva por el ida y vuelta de las incidencias, hasta que Imanol Iriberri abrió el marcador a los 46 minutos, al filo de esa etapa.
En el complemento, el partido mantuvo las características de juego, pero con un santo ineficaz en el momento de definir las oportunidades creadas. En cambio, los aviadores llegaron menos, pero con mayor peligro y así aumentaron el marcador a través de un gol del español Félix Quero (foto), quien anotó a los 41 del complemento.
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