El plantel de jugadores y el cuerpo técnico de Wilstermann sufrieron ayer un incendio en el bus que los trasladaba a Oruro, horas antes del encuentro que sostuvieron frente a San José. Pese a que el vehículo quedó reducido a cenizas porque no se pudo controlar el fuego, los futbolistas del club cochabambino resultaron ilesos.
“Todos están íntegros. Dios nos bendijo. Pasamos un momento muy difícil”, sostuvo Gludson Meneses, administrativo del Rojo, quien presenció y contó la cronología de los hechos.
El incidente se produjo cuando faltaban aproximadamente 10 minutos para arribar a la tranca de Caihuasi (Oruro). Apenas divisaron el fuego, jugadores y cuerpo técnico descendieron del bus, pero no pudieron evacuar gran parte de sus pertenencias, que finalmente quedaron calcinadas.
Según Meneses, los aviadores sintieron un olor “extraño” minutos después de emprender viaje, por lo cual dieron aviso al chofer. “Vimos fuego y todos comenzamos a salir del bus como pudimos”, describió, con evidentes muestras de nerviosismo.
No hubo manera de controlar la magnitud del incendio, pese a la ayuda que prestaron varios choferes que pasaban por la ruta, facilitando extintores para combatir el fuego.
AFECTADOS PSICOLÓGICAMENTE Meneses recordó el susto por el que atravesaron todos y resaltó que, si bien el daño no fue físico, quedan secuelas en el aspecto psicológico de los aviadores.
Pese a los nervios y al calor de la situación, algunos jugadores incluso se animaron a tomar imágenes del bus en llamas con sus teléfonos celulares y compartieron algunas fotografías.
Los rojos arribaron luego de las 14:00 a Oruro para cerrar su presentación en el Apertura.
Lo hicieron con una victoria por 0-2 frente al conjunto Santo, pero el resultado solo fue para despedirse con una leve sonrisa porque culminaron en la sexta casilla del torneo liguero y un sabor a muy poco por lo expuesto en la temporada 2015.
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