El meta cochabambino Gustavo Salvatierra, de a poco, se ha convertido en un verdadero ataja penales del fútbol profesional boliviano. Desde su debut, hace siete meses, tuvo más altas que bajas y tapó seis penales en el arco del club que le dio la oportunidad: Wilstermann.
El Chula, como se le conoce, nació en 1992 y debutó como profesional a los 24 años. Fue una casualidad que un tercer arquero llegase de un día al otro a la titularidad del arco, algo poco usual en el mundo del fútbol nacional.
La fortuna le sonrió y el universo conspiró para que Matías Dituro (primer arquero) y Yadín Salazar (segundo arquero) se alejaran de Wilster y que al año siguiente el titular (Raúl Olivares) no pudiese comenzar el torneo debido a una sanción.
Entonces, Salvatierra (arquero suplente) debutó en la Liga frente a Real Potosí, el 9 de agosto de 2015, porque el portero chileno Olivares debía cumplir dos partidos de suspensión, por ser sancionado cuando jugaba en Universitario, un año antes.
Con el camino libre y la portería en sus manos, el Chula puso su sello en el clásico cochabambino, durante la Copa Cine Center 2015, cuando atajó dos penales, en la etapa de definición, a los futbolistas Wanerge Delgado y otra a Juan Carlos Zambrano, en el Félix Capriles.
Esa destacada actuación fue el preámbulo para consolidarse en el cuadro aviador. En los partidos oficiales de la Liga, Salvatierra atajó dos penales al atacante Hugo Bargas de Blooming, también en Cochabamba.
Luego le tapó una pena máxima al experimentado Darwin Peña, de Nacional en Potosí. Y el pasado fin de semana, su víctima fue Gilvert Álvarez, de Real Potosí, al que le paró un penal, en la Villa Imperial.
“Con Gilvert (Álvarez) estuvimos juntos en la selección nacional de menores y también en The Strongest. Le pude intuir el remate”, dijo el portero.
Salvatierra recuerda que de los nueve penales que le pateraon en el torneo liguero, seis no ingresaron al fondo del arco. “Fue gracias al apoyo del exentrenador de arqueros de Wilster Mauro Machado y el exarquero Matías Dituro”, aseguró el Chula.
“No tengo ninguna cábala, eso ya pasó. Cuando era chico hacía la misma rutina antes de jugar, hasta que me fracturé el quinto metatarciano del pie izquierdo. Reflexioné y pensé que era mejor solo jugar”.
El esfuerzo y dedicación de Salvatierra permitieron que el director técnico de la Selección Nacional, Julio Baldivieso, lo convoque para ser parte del equipo nacional frente a Uruguay en La Paz y Ecuador, en Quito, por las eliminatorias rumbo a Rusia 2018.
Salvatierra dice que jamás imaginó que podía ser el arquero titular de Wilstermann y ser convocado a la Selección Nacional absoluta, porque el principal obstáculo fue su peso. Cuando comenzó a dar sus primeros pasos en el fútbol, el portero llegó a pesar 120 kilos.
El Chula comenzó a jugar en el arco en el equipo Rosario, que dirigió su padre (Edwin) en su barrio de La Chimba, al oeste de la ciudad de Cochabamba.
El cochabambino estuvo en los clubes ligueros de The Strongest (2013) y Petrolero (2014), pero no llegó a jugar. Sin embargo, jugó en los equipos de Tiquipaya y Bata en la Copa Simón Bolívar, por el ascenso.
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