Sin mayores complicaciones, el equipo de Wilstermann venció por 2-0 a Real Potosí la tarde del viernes en el estadio Municipal, de Sacaba, recuperándose de la quita de puntos que sufrió por el fallo del Tribunal de Justicia Deportiva por utilizar en cancha a cinco jugadores extranjeros.
La determinación era un hecho, pues en esa ocasión el ex técnico de Wilstermann, Roberto Mosquera cometió un gran error, hizo jugar a cinco extranjeros, Raúl Olivares (Chile), Alex da Silva, Serginho y Carlinhos (Brasil) y Cristian Chávez (Argentina), lo que le costó el cargo.
Los aviadores, hasta el jueves tenían 27 puntos, pero como les restaron comenzó el partido con 24 unidades y la obligación de sumar, jugó con ese propósito, el equipo lila le dio trabajo la faena para el local no fue fácil, pero finalmente consiguieron su propósito, pues la meta está concentrada en la Copa Libertadores.
De esa manera el rojo comenzó a jugar el partido, en los primeros minutos del compromiso los jugadores del plantel local se fueron con todo, por lo que el primer tanto del cotejo fue convertido a los 10 minutos mediante su capitán, Edward Zenteno, el jugador estaba en el área de peligro para enviar a la pelota al fondo del arco.
La jugada nace de pelota parada, Cristian Chávez envía el balón donde estaba atento Zenteno, el jugador con capacidad define el 1-0, ese resultado sería el definitivo en el primer tiempo, ya que los restantes minutos del juego no alcanzó para anotar los tantos que busco.
Para el segundo tiempo los jugadores del lila intentaron tomar las riendas del cotejo, los jugadores Augusto Andaveris y Vladimir Castellón, inquietaron al rival, pero el cotejo comenzó a caer, las salidas ya no eran rápidas, los dos equipos se quedaron en su sector.
En el minuto 73 el delantero de Wilstermann, Gilbert Álvarez pelea por la pelota, levanta la cabeza y observa en buena posición a Serginho quien consigue rematar la pelota con clase y asegura el segundo tanto que sería celebrado por los hinchas quienes al inicio del juego soportaron una llovizna, pero dejaron el campo deportivo con la sonrisa a flor de labios.
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