Con el retorno del técnico cochabambino Mauricio Soria después de casi nueve años, Wilstermann comienza a soñar con volver el año próximo a la Copa Libertadores, a la que no pudo acceder en el 2020 y tuvo que conformarse con una plaza en la Sudamericana.
La “familia roja” en la recta final tuvo un tremendo bajón por problemas internos que marcaron una ruptura entre jugadores y cuerpo técnico, y a ello se sumó el tema económico en etapa de solución.
Con Soria el equipo “aviador”, aunque disminuido, comenzó a trabajar en su complejo de la laguna Alalay. El profesional quedó gratamente sorprendido con las instalaciones donde dispondrá de dos canchas de césped natural para su trabajo.
La hinchada que aguarda un pronto informe económico y la solución de deudas para con sus jugadores, expresó su alegría por la continuidad del portero paraguayo Arnaldo Giménez, el retorno de Patricio Rodríguez, que brilló con luz propia en la Libertadores, lo mismo que las incorporaciones de Maximiliano Ortíz, y Damián Lizio, que llegaría el lunes a Cochabamba para la firma de su contrato.
La base “aviadora” está con “Pochi” Chávez, su máxima figura, Serginho, Humberto Osorio e Ismael Benegas. Se espera que el cuerpo técnico brinde mayor oportunidad a los futbolistas de casa y de la cantera.
Grover Vargas, el presidente del cuadro cochabambino que siempre propició y defendió la vigencia de una familia en el cuadro “aviador”, expresó su esperanza de avanzar lo más lejos posible en el torneo 2021, aunque no dejó de manifestar su preocupación por la situación que vive el país y el mundo con el rebrote de la pandemia del Covid-19.
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