Superando el mejor pronóstico optimista, Wilstermann con plena autoridad superó individual y colectivamente a su clásico adversario Bolívar, por tres goles a cero en la novena fecha del torneo liguero.
Esta vez Juan Manuel Llop, modificando su conocido esquema defensivo, incomprensible como local, presentó un equipo que exhibió aptitud y actitud en un partido que se considera como su mejor producción futbolística del año.
Para este superclásico, ambos equipos comenzaron con esquemas similares, cinco en defensa (contando el arquero), cuatro en el medio y solo dos en ataque, aunque con variables durante el juego que fueron ampliamente favorables a los aviadores que podían hasta duplicar el marcador final, por las ocasiones que tuvieron y desperdiciaron.
El impresionante marco humano visto después de mucho tiempo en el estadio Sudamericano Félix Capriles fue un incentivo adicional para los jugadores rojos que se prodigaron de principio fin, con muchos aciertos y pocos errores que pasaron desapercibidos, porque la diosa fortuna también estuvo de su lado.
Por increíble que parezca, los Callejón, Tenorio, Ferreyra, Arce, Arrascaita y el resto, fueron borrados de la cancha por un Wilstermann que sus seguidores quisieran ver siempre en este nivel, pues alimenta con derecho y razón el sueño de Copa Libertadores.
La defensa fue impecable, salvo uno que otro apuro; el medio campo superó anteriores actuaciones, destacando nítidamente Edivaldo Rojas que en sociedad con Thomas Santos, empezó a mover los hilos y andamiaje de su equipo, con un Iriberri que ahora sí convence, como Saucedo en toda su plenitud, junto a un Sánchez trabajador y Segovia que tuvo un buen retorno al equipo titular.
Renació el romance entre los jugadores y la tribuna por el resultado y el buen fútbol demostrado, surgió espontáneamente el grito de “olé” y las olas mexicanas en las graderías, señales de alegría y satisfacción. Se olvidó el sufrimiento que ya parecía una costumbre.
Tanta fue la alegría, que pasó a segundo plano la especulación de los revendedores, en complicidad de no sabemos quién; o la expulsión de Llop, que dio motivo y pretexto para que el cuarteto se cobre a nombre de todos, la expresiva molestia por arbitrajes que tuercen e influyen resultados, tampoco sabemos si por deficiencias en la aplicación del reglamento o mala fe no comprobada.
Comienza el receso que será aprovechado por el técnico argentino para preparar el equipo con las ausencias de Salvatierra, Zenteno y Cuéllar convocados a la Selección. Falta jugar con The Strongest en La Paz y San José en Cochabamba, para concluir la primera rueda.
Lleno total y reventa sin control de boletos
JVR La “piedra libre” que dictó la dirigencia de Wilstermann aplicando la venta irrestricta de boletos para el ingreso al partido entre los aviadores y Bolívar de ayer, no hizo más que incentivar la reventa descontrolada de entradas con todas las consecuencias recurrentes y sabidas, que por ayer se multiplicaron.
Como era lógico, el asalto revendedor tomó por sorpresa a muchos hinchas en las cercanías del estadio Capriles. Otros tuvieron la fortuna de que la sobredemanda le jugó mal a la reventa y pagaron menos.
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