El exfutbolista Alex da Silva se despidió ayer de sus compañeros de Wilstermann, club del que se retiró al cabo del semestre pasado. Si bien había una posibilidad que asuma como gerente deportivo, finalmente no aceptó la propuesta, pero se comprometió a seguir apoyando al club valluno.
“La despedida nunca es fácil, es muy complicada. No es un adiós, sino un hasta luego. Siempre estaré presto a pensar y ayudar a Wilstermann. Muy contento por lo que he construido acá, vine con el profesor (Roberto) Mosquera en 2017”, relató Da Silva.
Da Silva, nacido en Brasil pero naturalizado boliviano, llegó a Cochabamba en 2017 como uno de los refuerzos para esa temporada. Una lesión crónica en la rodilla lo aleja de la actividad deportiva.
Ahora, en otra faceta de su vida, Alex confesó que se dedicará a difundir la palabra de Dios, a su familia y a capacitarse para volver al club.
“Hablé con la dirigencia, recibí la invitación pero no puedo olvidar el llamado Ministerial y del Señor. Orando, Dios habló fuerte en mi corazón. Fui llamado para ayudar en la vida de las personas”, acotó Da Silva.
El exjugador reconoció que busca capacitarse antes de asumir un reto como gerente deportivo. Para ello, dedicará estos próximos meses a estudiar y visitar clubes de Brasil y Europa.
Asimismo, por todo lo vivido en esta época, Alex indicó que buscará aportar con sus contactos para que el Aviador pueda contar con patrocinios de primer nivel.
“Wilstermann es muy grande y llegó el tiempo de tener un patrocinio fuerte, que vista una marca como Nike o Puma”, finalizó Da Silva, quien reiteró que en 2020 se establecerá definitivamente en Cochabamba.
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