El presidente de Wilstermann, Grover Vargas, regresó a la ciudad de Cochabamba después de pasar por un problema particular en la ciudad de La Paz que duró cerca de cuatro meses, pese a estos obstáculos en su vida sigue con las ganas de brindar su apoyo a la entidad cochabambina para salir adelante en el torneo Clausura de la Liga y colocar a su plantel en los primeros puestos.
"Estoy de pie y firme, voy a tratar de arreglar los problemas de mi club. No me gustó la manera en la cual se habló de Wilstermann queriendo involucrar un tema personal con una de las instituciones más representativas de Cochabamba y de Bolivia", indicó Vargas, quien en estos días ha estado trabajando en la contratación del director técnico, Julio Alberto Zamora y la llegada de un par de refuerzos.
"Por todos los problemas que atravesé, en un momento tenía ganas de irme, pero hubiera sido fácil y en la vida siempre he sido un luchador y no me escapé ante la adversidad e invito a los empresarios, personas interesadas, que puedan apoyar a la institución", declaró Vargas, quien no se aferra al cargo, pero no quiere dejar a la entidad roja sin mando.
Wilstermann adeuda dos meses de sueldo a sus jugadores, el 15 de enero se cumplirá el tercer mes y Vargas respondió pidiendo paciencia porque ese dinero llegará a los jugadores para tranquilidad de todos, a pesar de que manejar a un club en el fútbol boliviano es difícil frente a la falta de ingresos.
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