Doce jornadas del torneo profesional y Wilstermann en la quinta posición; si bien tiene un partido pendiente, está claro que su rendimiento no es de los mejores ya que tampoco en Copa Libertadores ha obtenido buenos resultados.
En el torneo local, la intermitencia de resultados favorables no ha permitido que el equipo Rojo se encuentre en una mejor posición. Ha disputado cinco encuentros de visitante, logrando una sola derrota, un empate y tres victorias. Jugó seis partidos en el Capriles, cosechando tres derrotas, un empate y sólo dos victorias. Los puntos no logrados en casa le están pasando factura. Al parecer, al cuadro valluno le sienta mejor jugar fuera de Cochabamba.
En el torneo más importante de Sudamérica, no tuvo el inicio soñado, empate de local contra el último subcampeón Boca Juniors y derrota abultada frente al Atlético Paranaense en tierras brasileñas. En este torneo, Wilstermann no tiene una serie para nada sencilla, en abril deberá visitar al Tolima colombiano para cerrar los partidos de ida. Debemos ser muy objetivos y aceptar que la diferencia de nuestro fútbol dista mucho aun para competir de igual a igual en el contexto continental.
Se habla de que el recambio de jugadores es la razón de la irregularidad, quizá con algún fundamento, ya que desde mi percepción, los mecanismos y sociedades en el campo de juego sólo se desarrollan mediante la sumatoria de partidos entre los mismos jugadores. Los minutos de entrenamientos no son iguales al de los partidos.
También se debe aceptar que los rendimientos colectivos suelen tener estos baches, más aún después de tres años de marcar un estupendo nivel futbolístico con dos títulos ganados.
El reto del cuerpo técnico es lograr estabilizar el rendimiento del plantel sobre todo en el torneo boliviano. Ceder más puntos, sobre todo de local, representará renunciar a la chance de tener nuevamente Libertadores el próximo año. Si bien la posibilidad para aquello está intacta en el torneo Apertura, los márgenes serán menores. Hoy por hoy, los ingresos que otorga la Conmebol son fundamentales para la salud institucional de los equipos y Wilster los requiere para fortalecer su crecimiento interno: divisiones menores e infraestructura. Claro, siempre y cuando los dirigentes tengan la visión de invertir en estas instancias.
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