Wilstermann tributó la victoria en La Paz a la memoria de su presidente Campero que poco a poco sale del abismo. El técnico “Copito” Andrada se fue rápidamente al vestuario cuando el árbitro pitó el final. Antes, los reporteros de la radio le detuvieron en las escaleras: “estos tres puntos son para el presidente”. En la pista atlética del Siles, Marcelo Carballo, me dice: “es un duro momento pero la victoria es para el presidente”. El “rojo” aviador extrañó al español Gerardo Berodia, pues por muchos instantes del partido frente a La Paz F.C. no tuvo un hombre que hiciera la función de enganche entre el doble cinco (Rojas y Paz), los dos volantes mixtos (Romero y Rivero, por derecha)y la dupla de ataque (De Francesco y Andaveris).
“Wilster” -con línea de cuatro atrás (Machado y García en los laterales; Zanotti y Zenteno, de centrales)- no pasó demasiados apuros en defensa, el equipo de Paz García carece de gol.
Tras una primera mitad mediocre marcada por una tarde fría y lluviosa, Andrada hizo un cambio decisivo en el descanso: sentó a un Rivero inoperante y colocó a un entonado Erick Aparicio, un hombre de mucha calidad. De la mano de Aparicio que se entendió mejor con Romero, llegaron las oportunidades para el “rojo”. Con la expulsión de Rojas, Andrada provocó el debut en la liga boliviano de Samuel Galindo, aquel joven que brilló en el sudamericano sub 17 de Chile, lo que trajo su paso por Inglaterra y la segunda de España. Galindo entró para tener la pelota, inclinado sobre la izquierda. En los últimos diez minutos, Wilster pudo matar el partido en la contra pero las piernas ya pesaban en hombres como De Francesco y Aparicio. La falta de acierto arriba de los azulgranas de La Paz F.C. trajo momentos de nervios y tensión. Wilstermann se trajo de La Paz tres puntos para seguir escalando en la tabla, sin hacer un gran partido, con mucho oficio y temple, matando al rival en el momento adecuado.
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