miércoles, 11 de mayo de 2016

Wilster, como hace 34 años


Después de 34 años, Wilstermann tiene la oportunidad de dar mañana la segunda vuelta olímpica en el estadio Hernando Siles. La primera vez fue el 14 de enero de 1982, en la recordada final ante Blooming por el certamen liguero que correspondía a 1981.

Los aviadores tienen el halago de haber sido el primer equipo de la Liga que festejó un campeonato en el remodelado escenario miraflorino.

El periodista cochabambino Óscar Galdo recuerda que el torneo de 1981 tuvo como ganador de la primera parte a Wilstermann y el segundo certamen lo obtuvo el cuadro bloominista.

“Eran los dos mejores equipos del fútbol boliviano y como ambos habían conseguido vencer un torneo tuvieron que definir al campeón en una serie de dos o tres juegos, como finalmente aconteció”, recordó Galdo.

Los encuentros finales comenzaron el 27 de diciembre de 1981 en el estadio Tahuichi Aguilera. Ambos cuadros empataron sin apertura del marcador con un condimento especial que tuvo la parte final del compromiso cuando Juan Carlos Sánchez, el eterno goleador de Blooming, falló un tiro penal que fue atajado por Roger Pérez.

Los rojos eran favoritos para festejar en el Félix Capriles, el 30 de diciembre, el bicampeonato con su público; pero los cruceños se plantaron bien y empataron el juego a un gol por lado.

“El Capriles estaba lleno, no era para menos, Wilstermann era el favorito para dar la vuelta olímpica en casa. Gastón Taborga metió el primer gol, pero Miguel Aguilar empató en el tramo final y había que esperar un encuentro definitorio en campo neutral”, añadió el periodista deportivo valluno.

La polémica

Por esos años ya se hablaba de la controvertida altura de La Paz. En pleno Año Nuevo, los presidentes de ambos clubes, Alfredo Salazar (+) de Wilster y Roberto Tito Paz (+) de Blooming, no se pusieron de acuerdo para escoger la sede del campo neutral. Los cochabambinos propusieron de entrada la sede de Gobierno. Los cruceños levantaron el “grito al cielo” y se opusieron tenazmente a jugar en el Siles y proponían Sucre.

El presidente de la Liga, Alberto Alem, tuvo que utilizar toda su “cintura política” para negociar una salida pacífica que no vaya en contra de los intereses de nadie. Alem argumentó que en Sucre el estadio iba a quedar chico, aún no se jugaba en el Patria, por la expectativa que generó el encuentro final.

Luego de arduas negociaciones se consiguió el sí de Blooming, con el pedido expreso de los cruceños que solicitaron que la final se juegue el 14 de enero ya que iban a realizar un período de adaptación a la altitud en Sucre por recomendación de su director técnico, Ramiro Blacut.

La final

Dos días antes de la final la lluvia fue una constante en la sede de Gobierno, pero el día del partido no hubo aguacero.

La preferencia fue todo de la parcialidad de Blooming, pero los otros tres sectores fueron de la hinchada aviadora; además los rojos se ganaron el respaldo del público paceño al ingresar a la cancha con una bandera que tenía la siguiente inscripción: “Viva Bolivia, Viva La Paz”.

La crónica del periódico Presencia cita que el jugador más silbado fue el bloominista Miguel Aguilar, quien prefirió fichar por esa entidad antes que seguir en filas del cuadro gualdinegro de la ciudad de La Paz.

El primer tiempo del compromiso fue “impreciso, deslucido y calculador” de parte de ambos planteles que se dedicaron más a cuidar el cero en su arco.

El único gol del lance llegó a los cinco minutos del complemento. Gastón Taborga recibió un pase de César Enríquez, ingresó al área y sacó un disparo rasante que venció al portero Emilio Ludueña en el arco norte del Siles.

Así ganó Wilstermann su segundo título en la Liga, festejó en el Siles y mañana podría repetir esa alegría ante The Strongest.

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