miércoles, 8 de marzo de 2017
El Rojo siembra ilusión en su público
Pese al frío y la lluvia que persistieron en Cochabamba, la afición roja deliró con el triunfo 6-2 de anoche sobre Peñarol, en el estreno de ambos en el grupo 5 de la Copa Libertadores 2017 y que marcó el partido 100 del Rojo en el certamen internacional.
Si bien hubo poca expectativa en torno a este compromiso y el malestar por los resultados en el torneo de la Liga rodaron la previa, el hincha aviador asistió al Félix Capriles para apoyar a su equipo.
Desde las 15:00, los aficionados aviadores y cerca de un centenar de hinchas de Peñarol llegaron al estadio para buscar el mejor lugar.
La ruidosa barra aurinegra se hizo presente en la tribuna de General e incluso hubo amago de enfrentamiento con algunos aficionados locales.
El compromiso inició y la lluvia asomó sobre el campo de juego. Casi de manera simultánea, los goles rojos cayeron sobre el pórtico de Gastón Guruceaga.
De inicio a fin, los goles de Wilstermann alegraron a una parcialidad ávida de triunfos y de éxitos internacionales.
El 3-0 del primer tiempo animó a los hinchas wilstermannistas que soportaron las condiciones climáticas y la lluvia. A esa altura y con esa diferencia, ver el encuentro bajo la lluvia era lo de menos.
En el complemento, los hinchas aviadores sufrieron con los dos descuentos de Peñarol. Parecía que el vuelo no despegaba y se repetirían antiguas presentaciones. A eso se suma la expulsión de Gabriel Ríos, que puso en zozobra a la feligresía roja.
Pero el rol protagónico asumido por el equipo de Roberto Mosquera fue más que suficiente para tranquilizar los ánimos y poner paños fríos a la ansiedad.
Con el 6-2 ya oleado y sacramentado, los hinchas de Wilstermann se dieron el lujo de celebrar el triunfo con olas mexicanas, un festejo clásico de los aficionados.
Al frente, los hinchas de Peñarol, que recorrieron más de 2.000 kilómetros desde Montevideo, comenzaron a retirar sus banderas y emprender el viaje de retorno.
El Rojo ganó y lo hizo bien. Una sonrisa se esbozó en el rostro de sus hinchas, semblante que no se borrará en mucho tiempo.
APUNTES
Pantalla en mal estado
La pantalla del estadio Félix Capriles demostró ayer que su vida útil está prácticamente cumplida.
Al momento de anunciar las alineaciones, el video preparado no llegó a ser apreciado por los asistentes debido a que parte de la pantalla estaba apagada.
Además, la imagen que dio a los espectadores fue deplorable: el armazón de publicidad que lo rodea luce dañado por el paso del tiempo.
A ello se suma el mal sonido que se emitió desde los parlantes del escenario deportivo.
Goleada, tras 30 años
Wilstermann alcanzó ayer una histórica goleada sobre Peñarol (6-2), una diferencia que no conseguía hace casi 31 años.
El último triunfo por cuatro goles de diferencia sobre un rival del extranjero lo consiguió el 10 de mayo de 1986, con victoria 4-0 sobre Universitario de Deportes de Lima, también en el Félix Capriles. En el quinto partido ante Peñarol, el Rojo ganó su segundo encuentro sobre el Carbonero (1-0 y 6-2, en 1966 y 2017, respectivamente).
Riguroso control
Personal de la Conmebol que se hizo presente en el estadio Félix Capriles cumplió un riguroso y estricto trabajo de control en el campo de juego.
No se permitió a los periodistas ingresar al terreno de juego, solamente a los fotógrafos autorizados. No obstante, hubo gente ajena al espectáculo.
Durante el encuentro, la afición aviadora lanzó botellas sobre la casamata de Peñarol, situación vista por el veedor del compromiso y la gente de Conmebol. Según se conoció, se elevará un informe que irá hasta el máximo ente, instancia que asumirá una postura.
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