lunes, 6 de marzo de 2017

Wilstermann y el partido de 1960



Después de haber disputado el primer partido de la primera versión de la Copa Libertadores de América, hace 57 años, la historia y el destino los volvió a poner en el mismo camino, ahora para protagonizar mañana (18:30) un capítulo más: la escenificación del partido número 100 del Rojo aviador en la Copa Libertadores.

Sentado en un cómodo sillón, Wilfredo Villarroel, también conocido entre sus amistades como el “Pata Dura”, protagonista de aquel cotejo que jugó Wilstermann contra Peñarol el martes 19 de abril de 1960, viajó en el tiempo y comandó la nave del recuerdo para iniciar con el relato de aquella batalla que terminó en una trágica goleada 7-1 en contra del crédito valluno.

Óscar Galdo, experimentado periodista deportivo y director del tradicional programa Ovación, abordó el vuelo del recuerdo para rememorar lo que aconteció ese día.

Carlos Mesa, expresidente deBolivia, periodista y escritor nacional, no quiso quedar fuera de este viaje imaginario y los acompañó en esta travesía.

Viaje anticipado

Villarroel contó que, semanas antes al partido, el equipo aviador se concentró en la Cabaña de la Torre, ubicada en la carretera a Suticollo Km 20. Luego, previo al viaje, se alojaron en el céntrico hotel Cochabamba.

Galdo acotó que el viaje anticipado a Montevideo pudo ser una de las causales para el abultado resultado que trajo el Rojo.

“Por hacerlo mejor, la directiva, imagino que (Jorge) Rojas Tardío (presidente del equipo), decidió viajar con semanas de anticipación, cuando lo aconsejable es un día antes. Porque así cuando otros equipos sufren subiendo (a la altura), se sufre también bajando, se hinchan los pies, y esto contaron los jugadores. Entonces, para evitar ese problema, viajaron antes. Peñarol los recibió en los Aromos, el complejo del club. No recuerdo si esto me contó Renán López o César Sánchez, pero me dijeron que fueron días de puro comer y comer asado, lo que nosotros conocemos como parrillada, y en Montevideo ahí sí es asado. Toda la semana se dedicaron a comer”, dijo Galdo.

Villarroel recuerda que Wilstermann encaró ese cotejo con puro jugadores nacionales. “No había ni un extranjero”, agregó. Luego, reconoció que la diferencia en el marcador (7-1) se transmitía en la cancha por el nivel de jugadores que tenía el conjunto uruguayo.

“La pena es que nos dieron una gran paliza. Tuvimos que retornar con la cabeza abajo. Pero reconocimos que Peñarol era un gran equipo de Sudamérica. Enfrentarse a William Martínez, el mejor back central del mundo, era para temblar, porque tenía una estatura expectable, era envidiable porque era un señor jugadorazo. Tenían a Alberto Spencer, Luis Maidana, Luis Cubillas, era un gran equipo. Nosotros éramos ch’itis, ellos fornidos de buenas piernas. Vivían de eso, eran profesionales. Mientras, en nuestro ambiente no tuvimos esa situación para decir ‘del fútbol ganamos tanto’, de vez en cuando nos daban unos pequeños billetitos”, señaló.

Por su parte “Fue de tiro de córner, un cabezazo a Maidana (arquero de Peñarol) lo dejó batido. Fue furibundo su cabezazo, pero también era la especialidad del ‘Tutula’, de cabeza nomás marcaba goles”, contó.

Luego, Galdo complementó el detalle de ese gol con un relato de Renán López, otra figura del rojo que jugó ese partido: “Dice que era un día que había llovido mucho, campo barroso, y en el área se veían sólo puras piernas con las medias de Peñarol, entonces, Alcocer vio la pelota y se lanzó en palomita, que era su especialidad”

Ánimo

Villarroel comentó que el presidente del club, Jorge Rojas Tardío, los alentó todo el tiempo pese a la derrota.

“Nos decía ‘ánimo muchachos, no importa que nos metan 12 goles, pero sigan jugando como saben ustedes’. Pero la dirección técnica que teníamos era muy pobre a lo que tenían ellos. Teníamos que aceptar la goleada porque parecían un ferrocarril para hacernos goles”, señaló.

“7Up”

Galdo contó que tanto la hinchada como los periodistas de esa época estaban dolidos por la estrepitosa goleada. A raíz de ello, nació un apodo hacia Wilstermann con el que lo cargaron por mucho tiempo.

“De ahí salió lo que ahora le dicen los memes, ahí se originó lo de ‘Seven Up’ (7Up), por los siete goles en contra. El equipo 7UP le decían a Wilstermann. Ése es el recuerdo más interesante de esa goleada. Por años los hinchas auroristas no dejaban de hacerse la burla del 7Up”, relató.

“La hinchada nos decía 7-1 o 7Up. Nos callábamos, qué vamos a contestar, porque era verdad”, reconoció Villarroel esbozando una pequeña sonrisa.

¿Por qué no jugó Zamorano?

Otro hecho que quedó en la nebulosa fue el por qué jugó como arquero titular en Montevideo Hernán Rico y no “Wacho” Zamorano, quien era el portero inamovible del once inicial.

“No se cuenta claramente de por qué jugó Rico y no Zamorano, que era el titular. Y en el partido de vuelta jugó Zamorano”, mencionó Galdo.

Partido de vuelta

El partido de vuelta no se jugó en el estadio Félix Capriles, se disputó en el Hernando Siles de La Paz. Este partido terminó empatado 1-1. El gol para los rojos lo convirtió Renán López.

Galdo explicó que uno de los argumentos que usaron los dirigentes de Wilstermann para disputar este encuentro en la ciudad paceña es que querían captar mayor recaudación.

“Todos decían que el partido se jugó en Cochabamba. Y no se jugó en Cochabamba por temas económicos. Decían que allá se iba a recaudar más. De pronto sí, porque en esos años Wilstermann en La Paz jugaba como local. La gente lo apoyaba mucho”, argumentó.

Por su parte, Mesa acotó que también pudo influir el tema de la altura y por su puesto la capacidad del estadio Siles.

“Mi impresión de manera superficial es desde el punto de vista de la infraestructura y de la altitud. Los 3.600 msnm de La Paz, frente a los 2.558 msnm de Cochabamba (…) El estadio Hernando Siles era completo, tenía capacidad para 25 mil personas. Mientras el Capriles todavía no estaba completado como ahora. Realmente comenzó a convertirse en un estadio importante cuando se lo remodeló o amplió para la Copa América de 1963”, argumentó.

Gol de López

“Renán era un muchachito que se filtraba debajo las piernas y ese día tuvo la oportunidad de rematar y Maidana (arquero de Peñarol) no pudo agarrar la pelota y empatamos en La Paz. No había opción de ganar porque vino con el mismo equipo que nos goleó en Montevideo. Ellos midieron los tiempos, no querían más goles, ya estaban clasificados. No tuvimos suerte de ganar en nuestra cancha, no pudimos, se pusieron a la defensa y ahí nos quedamos en el empate”, relató Villarroel.

En tanto, Galdo, que recientemente encontró algunas imágenes de ese partido que se jugó el 3 de mayo de 1960, contó: “Observé a Zamorano y sus clásicas voladas cuando atacaba Peñarol y cuando embolsó de una manera que ya no se ve ahora. Era un estilo que tenía ‘Wacho’. Se observa el gol de Cubilla, pero no el de López. Alguna vez me contó (López) que fue un toque de Alcócer, que entró filtrándose o dribleando y, tras un rebote en la defensa de Peñarol, apareció López para derrotar al arquero”, contó.

¿Cómo clasifica?

Galdo mencionó que Wilstermann logró el pase a la primera versión de la Copa Libertadores al conseguir el título del torneo Mixto boliviano, en 1959.

Histórico

Para Mesa, el partido que jugará mañana Wilstermann contra Peñarol está cargado de mucha historia y más aún porque el Rojo cumplirá su cotejo 100 en la Copa Libertadores, convirtiéndose así en uno de los equipos más coperos, después de Bolívar y The Strongest.

“Se trata de un partido histórico para Bolivia y América del Sur, no sólo fue el primer partido de la Copa que jugó un equipo boliviano, fue el primer partido en la historia de la Copa, abriendo lo que sería una competencia fundamental, no sólo de América del Sur y México. Y si tuvieras que escoger entre los campeonatos de clubes más importantes, la Libertadores es el segundo más importante después de la Champions League”, indicó Mesa.

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