Ilusión, ansiedad y motivación antes del encuentro y lágrimas de felicidad, rostros desencajados y gargantas quebradas fue lo que dejó la fiesta futbolera de Wilstermann ayer en el estadio Félix Capriles, después de conquistar el título liguero.
Y es que luego del partido, la fiesta también se apoderó de las calles cercanas al estadio. ¡Wilster, Wilster! era grito reiterado que entre hinchas entonaban en su paso por las avenidas Libertador Bolívar y Ballivián. Las bocinas de los coches resonaron el festejo de los simpatizantes aviadores.
Banderas flameando, cornetas tocando, saltos y gritos fueron el complemento de una noche gloriosa.
Hubo aún más emoción cuando el equipo salió a festejar con la gente en un camión adaptado con los colores rojo y azul. La avenida Libertador Bolívar, la plaza de Las Banderas y el Paseo de El Prado fueron algunos de los lugares que recorrió el plantel que quiso compartir de cerca con sus eufóricos seguidores.
Niños, adolescentes y personas mayores se mostraron agradecidos con sus “guerreros” por alcanzar el sueño anhelado: la conquista del trofeo.
Más de 50 mil personas movilizadas por un mismo sentir, por una misma pasión celebrarán sin duda por muchos días, más con la presencia de su equipo en copas internacionales y en Cochabamba.
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