“Me gusta el básquet. Tengo familiares en EEUU, en Atlanta. Cuando fui a visitarlos, me llamó mucho la atención. Es mi segundo deporte favorito. Sé jugar, muy bien. Me identifico con Michael Jordan”.
Muchos conocen el virtuosismo del goleador de Wilstermann Luis Carlos Cabezas en la cancha. Sabe dosificar sus movimientos, es preciso en la colocación y, especialmente, siempre gana en el juego aéreo. Futbolista con variedad de cualidades, si los hay.
Existe otro lado, uno muy secreto, que el delantero colombiano conserva solo para él. Y si con sus piernas hace poesía, también es capaz de regalar arte con sus manos y sus ademanes en el baloncesto.
Ahí también se siente muy cómodo. Se calza la camiseta del equipo que admira (Los Lakers), se pone en “pose” de jugador de basquetbol y cambia, por unos instantes, la pelota de fútbol por el aro.
Adquirió esa pasión porque tiene primos en EEUU que se dedican al deporte de la canasta. Y su admiración por el ya retirado e ícono mundial de la NBA, Jordan, no se basa solo en su talento. Luis Carlos usa hasta la marca “Jordan” en su vida cotidiana.
El colombiano, para aislarse de las críticas cuando llegó al país (al principio fue cuestionado porque no jugaba), se acogió en su pasión favorita.
Su pasión por el baloncesto se refleja en su estilo y la marca de ropa de este popular exjugador.
El cafetalero siempre tiene algo de su ídolo. Después de las prácticas y al finalizar los partidos, lleva prendas llamativas con el logo de la firma.
¿Otro hobbie del goleador de Wilster? Tiene un espacio especial en su pequeño departamento del centro, reservado para los videjuegos de PlayStation.
Luis Carlos, que llegó a Cochabamba a mediados de enero pasado, se muestra como un hombre muy humilde. Y como en la Llajta vive solo, hizo un buen amigo: un taxista llamado Miguel, mismo que le enseñó la ciudad apenas arribó y que, incluso, le cocinó algunos platos típicos del país.
Y si de comidas se trata, al colombiano le gusta el trancapecho, aunque digerirlo le resulta algo complicado, según se animará a contar a lo largo de la nota.
Este es Luis Carlos, el atacante aviador de 31 años que aspira a seguir evolucionando con sus compañeros, sobre todo en la Copa Libertadores de América.
Es consciente de que el presente en el torneo doméstico no le sonríe. Sin embargo, su capacidad de optimismo es grande y se anima a soñar con sus compañeros del elenco.
P: ¿Cómo te sientes con el grupo de jugadores?
R: Hemos tenido altibajos en el torneo local, pero anímicamente el equipo está bien, muy motivado por lo que se hizo en la Libertadores hasta ahora. Contamos con una gran calidad humana. El camerino está lleno de excelentes futbolistas y grandes personas. Es verdad, los resultados no nos han acompañado siempre. Hay, a veces, especulaciones y cosas que se dicen, pero el camerino nuestro es fuerte y hemos demostrado que tenemos un gran equipo.
P: Al principio no se te abría el arco. Luego empezaste con la seguidilla de goles, también en la Libertadores...
R: Hubo un proceso de adaptación. La transferencia de China no llegaba. Me perdí cuatro o cinco partidos por ese motivo. Llegar a una ciudad con este clima no es fácil. Al principio me costó un poco. La motivación de mi familia, mi hijo, mi esposa y mi madre fue importante.
P: Dejemos de lado lo estrictamente futbolístico. A Luis Carlos le fascina el basquetbol...
R: Me gusta mucho porque tengo familiares en EEUU, en Atlanta. Cuando fui a visitarlos me llamó la atención. Es mi segundo deporte favorito. Sé jugar, muy bien. Practico con mis primos y también en mi casa. Me muevo como alero. Me identifico con Michael Jordan. Me gusta su ropa, su marca y sus tenis. Siempre mi ropa deportiva es Jordan. También sigo a jugadores de la actualidad como LeBron James y Stephen Curry. Hay muchos que son atractivos para ver. Jordan es el mayor ícono del baloncesto americano y mundial. Al ver la imagen de su logotipo, cualquiera sabe quién es. Por eso me gusta cómo me quedan la cosas que me compro de él.
P: Entonces consumes mucha ropa de marca...
R: Sí. Como viví en China, me acostumbré a tiendas de todo tipo de marcas. Desde la más sofisticada hasta la más sencilla. Por eso es que se siente el cambio aquí. En Cochabamba no tienes ese tipo de tiendas.
P: La Llajta se caracteriza por su comida ¿Qué plato te ha cautivado?
R: He probado charque, sillp’ancho, pique, también locro y trancapecho. Es raro porque le ponen arroz al pan (risas). Se me trancó el pecho, lo reconozco, por eso tuve que tomar algo, sino no pasaba. Un señor taxista llamado Miguel, que es muy amigo de un primo mío, me ayudó mucho a conocer la ciudad. Él siempre está a la orden para llevarme a cualquier parte, incluso él estudió para ser cheff, así es que sabe cocinar muy bien. Me invitó a tomar sopa de maní y diferentes tipos de platos.
Comidas
“He probado charque, sillp’ancho, pique, también locro y trancapecho”.
Luis Carlos Cabezas
delantero de Wilstermann
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