El plantel de jugadores de Wilstermann y los periodistas deportivos de Cochabamba retornaron ayer al complejo de la laguna Alalay para realizar el trabajo rutinario, después de 72 horas de una suerte de “restricción a la información” sobre el presente del cuadro Rojo.
La medida fue tomada, el pasado viernes, por una supuesta agresión del portero Raúl Olivares al periodista Mauricio Miranda, del programa Game Over.
Los futbolistas se unieron y determinaron no brindar declaraciones a los medios. Un grupo de periodistas, por su parte, acordó e instruyó rotundamente no transmitir el partido del pasado domingo entre Wilstermann y Blooming, y cumplió. Sin embargo, más tarde tuvo que emitir un comunicado en el que dejó en claro el retorno a sus funciones “ante el requerimiento multitudinario de los hinchas”, según reza el texto.
Fue un hecho inédito en la Llajta, en el que hubo un tercer actor: el aficionado.
Las posturas “radicales” de ambos grupos se disiparon el lunes, tras las disculpas que dieron la dirigencia y el cuerpo técnico, por los diferentes errores que pudieron haber cometido.
No obstante, el guardameta dijo que no se disculparía porque “no hizo nada incorrecto a nadie”.
Así, los futbolistas retornaron ayer al trabajo físico y táctico, mientras que los comunicadores tomaron nota de los movimientos y el posible equipo titular que pueda enfrentar a Guabirá, el domingo en el estadio Gilberto Parada de Montero (15:00).
En la víspera, los jugadores se mostraron accesibles para hablar con los diferentes medios y conversaron con los que hicieron la cobertura.
Los periodistas tuvieron la posibilidad de intercambiar opiniones con relación al próximo encuentro liguero sin dejar de lado que el club está cerca de clasificar a los octavos de la Libertadores.
Hizo la cobertura el 80 por ciento de los medios, pero, curiosamente, ninguno le solicitó una entrevista al golero del cuadro aviador.
Sin embargo, el jefe de prensa del club, Ignacio Pérez, indicó que “el meta conversará con los medios que lo requieran, pero en el marco del respeto”.
La tranquilidad y la armonía en la “familia wilstermanista” retorna a su normalidad con el objetivo de hacer un buen papel en sus próximos cotejos.
El técnico de Wilstermann, Roberto Mosquera, tiene la misión de escoger a los jugadores que enfrentarán a los azucareros en Montero, porque tres días después deberá viajar a Montevideo, Uruguay para enfrentar a Peñarol por la última fecha del grupo 5.
Complejo
El plantel de jugadores concretará hoy sus ensayos (9:00) en el complejo deportivo de la laguna Alalay.
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