jueves, 4 de mayo de 2017

La fiesta se desató en el Capriles

Desde el inicio del partido entre Wilstermann y Palmeiras, la hinchada aviadora hizo sentir su aliento con cánticos, papel picado y mucha emoción, que de seguro elevó los ánimos de los jugadores.

Esa fiesta se prolongó aún más una vez concluido el encuentro, pues llenó de felicidad a todos los que presenciaron el cotejo en el principal estadio que tiene Cochabamba, el Félix Capriles, incluidos los futbolistas que lograron ganar.

“¡Dale Rojo, dale dale Rojo!” o “¡Wilster!, ¡Wilster!” fueron algunos de los gritos durante los 90 minutos cada una de las almas, que iban desde los 9 años hasta los 90. Sin duda, mostraron mucha pasión a los colores de su equipo.

A aquellos cánticos, acompañaron las palmas del público y el sonido de las cornetas y los tambores de las barras bravas aviadoras.

Al final, los más de 16 mil corazones rojos despidieron a sus jugadores con el alma pues le dan al club y a Cochabamba la posibilidad cercana de conseguir el pase a los octavos de final de la Copa Libertadores de América.

Precisamente, los futbolistas celebraron con mucha alegría el triunfo y se aferran a conseguir el ansiado boleto a la siguiente instancia.



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