Wilstermann conquista su segundo triunfo al hilo en el torneo Clausura de la Liga. Los Rojos superaron sin complicaciones a Guabirá (3-0), en el estadio Félix Capriles.
Con este triunfo, los Aviadores se acomodan en la cima de la tabla de posiciones con seis unidades. Además, este triunfo les permite adquirir mayor confianza antes de encarar el cotejo ante Atlético Mineiro brasileño, el próximo miércoles en Belo Horizonte, por la Copa Libertadores de América.
Wilster fue el equipo que propuso acciones de ataque, pero Gilbert Álvarez, Marcelo Bergese, Omar Morales y Cristian Chávez no estuvieron finos en la definición.
El cuadro rival apeló constantemente a la experiencia de Gualberto Mojica y José Alfredo Castillo, pero ambos tuvieron dificultades para romper la defensa de la Roja.
Cuando se jugaba el primer minuto de adición en la primera etapa, Álvarez abrió el marcador con un potente disparo y superó la débil resistencia del portero Azucarero Roberto Acosta (1-0).
El tanto fue un duro golpe anímico para los montereños, quienes se fueron a los camarines con la preocupación de revertir el marcador adverso.
En la segunda etapa, el cuadro Aviador no bajó sus decibeles y se fue con todo sobre el arco rival y a segundos de iniciar el complemento, nuevamente Álvarez tuvo la posibilidad de incrementar en el marcador, pero la pelota se fue desviada.
Guabirá simplemente aguardó en la última línea de juego y apeló al contragolpe y a los remates de tiro libre.
Fue el partido de Álvarez, quien en el minuto 73 anotó el segundo gol para los locales después de una jugada milimétrica de Bergese, quien sabe dónde ubicarse para el servicio.
Cuando las acciones eran más rápidas una vez más los Rojos atacaron con peligro y es Cristian Chávez, quien convirtió y dedicó la conquista a los hinchas. Él recibió una lluvia de críticas que los cambia por un gol de buena factura y que sería el definitivo del cotejo, a los 85 minutos (3-0).
Los minutos finales fueron tensos ya que los jugadores del cuadro Azucarero apelaron al juego buscó, pero no pasó de simples tarjetas amarillas.
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