El entrenador peruano Roberto Mosquera ya ha hace historia en Bolivia al frente de Wilstermann con el que ahora acaricia las semifinales de la Copa Libertadores tras haber dejado en el camino a equipos con cártel y con goleadas incluidas.
“Musaraña” Mosquera, nacido en Lima hace 61 años, proviene de una familia que dio a su país notables futbolistas. Es hijo de Alfredo Mosquera y sobrino de Máximo “Vides” Mosquera.
El exdelantero, que llegó a Bolivia a principios de esta temporada para asumir el nuevo desafío con el Rojo, tuvo una destacada trayectoria como jugador de fútbol y fue considerado como uno de los mejores punteros derechos de la década de los setenta.
Tiene el mérito de haber conformado la selección del Perú que participó en el Mundial de 1978 en Argentina y fue un gran jugador para su club, el Sporting Cristal.
Comenzó su carrera como entrenador en 1995 y desde entonces casi no ha parado de dirigir en su país, donde estuvo a cargo del Sporting Cristal, Alianza Lima, Juan Áurich y Melgar, entre otros.
"El palmarés del profesor era muy importante, lo vimos posible, era el hombre a contratar, a comandar el plantel que teníamos, que era muy rico en lo deportivo y no nos equivocamos", aseguró ayer el presidente de Wilstermann, Grover Vargas.
Mosquera no tuvo un buen inicio en el torneo local pasado y no consiguió los primeros lugares del campeonato.
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